La nueva Ruta de la Seda [Actualidad y futuro]


El presidente Chino Xi Jinping anunció en 2013 la iniciativa de su país de invertir en infraestructura para restablecer la Ruta de la Seda. El proyecto consiste en unir toda Asia, Europa y África con el objetivo de facilitar el comercio. Esta ruta no estará sujeta simplemente al tráfico terrestre como en el pasado, a parte del ferrocarril y camión también se quieren abrir rutas marítimas.






Aclamado por Xi Jinping como “el proyecto del siglo”, el plan encaja en su narrativa de que China “está dando un ejemplo de la globalización”, llenando el vacío dejado por EEUU bajo el “America First” de Donald Trump.

Se prevé una inversión por parte de China de cerca de 1 billon de euros. El gobierno Chino no es el encargado de financiar este proyecto, algunos de los inversores son los siguientes:

  • Export-Import Bank of China 
  • China Development Bank 
  • Bank of China 
  • New Silk Road Fund 
  • Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB) 



Uno de los hechos que más sorprende es la rapidez con que ha despegado la Ruta de la Seda. Cuando se lanzó la iniciativa, en 2013, apenas 17 trenes de carga unieron China con Europa. En 2016, fueron 1.702, 100 veces más en cuatro años.

Hay que remarcar que el proyecto tiene diferentes velocidades dependiendo de la zona geográfica. Una de las rutas mas avanzadas hoy en día es la de China-Pakistan, la cual se han invertido 62 mil millones de euros y ha empleado a 1 millón de personas.

El colosal proyecto quiere invertir en puertos, oleoductos, trenes de alta velocidad, carreteras, hubs logisticos etc.

La Ruta de la seda permitiría impulsar el comercio entre China y más de 65 países de Asia, Oriente Próximo, África y Europa, a través de la modernización y construcción de enlaces de transporte, infraestructuras y telecomunicaciones y la ruta férrea más larga del mundo, que unirá Madrid y la ciudad china de Yiwu con un tiempo total de 15 días; y otra marítima, con el eje en el puerto griego de El Pireo el cual en la actualidad esta dirigido COSCO (armador chino).

A parte del aspecto comercial se espera que estas conexiones físicas que se quieren crear se trasladen al terreno de las relaciones diplomáticas entre países. Aquí la experiencia de la UE en llegar a acuerdos multilaterales entre países juega un papel muy importante.

El desarrollo de la ruta terrestre le permitirá también a China desarrollar las provincias más pobres del centro y el oeste, que no se han beneficiado tanto del crecimiento económico de los últimos treinta años. Países del Asia Central también se verían beneficiados.

Desde el punto de vista estratégico, China busca reducir su dependencia de una salida al Pacíficorodeada de territorios que:

  • Son aliados de EEUU
  • Están inmersos en conflictos con gran presencia de EEUU
  • Mantienen disputas territoriales con China

Algunos de los países que mas interés han mostrado han sido Grecia, Italia, España, Rusia, Tayikistán, Kirguistán, Argentina y Chile. Por otra parte EEUU, Japon, India y Australia han mostrado un cierto recelo al proyecto y sus dirigentes han tenido conversaciones para iniciar un proyecto de infraestructuras alternativo, aunque aseguran que se trata de un proyecto complementario que en ningún caso busca rivalizar el mega-proyecto chino.

Tampoco África está exenta de proyectos. China ya comenzó la construcción de un ferrocarril entre las dos principales ciudades de Kenia, Nairobi y Mombasa, como parte de una futura red de transportes en África Oriental. En los proyectos de infraestructura de transporte para el continente se enmarcan la carretera en desarrollo entre ya iniciada entre Adís Abeba, capital de Etiopía, y Adama; el tren ya inaugurado entre ese país y Yibuti, donde empresas chinas trabajan también en la construcción de un centro logístico marítimo importante.

Aunque las preferencias señalan a Asia, Europa y África, China también se ha mostrado abierta a la participación activa de los países latinoamericanos. La Franja y la Ruta tiene la potencialidad para modificar el mapa económico mundial.


España y la Ruta de la Seda.

A pesEspaña parece jugar un papel modesto, está destinada a ser el final del trayecto y enlace con América. El presidente Mariano Rajoy le transmitió al dirigente Xi Jinping la garantía de las empresas de ingeniería españolas para realizar proyectos de esta envergadura.

En el Mediterráneo, España cuenta con puertos de tanta relevancia como Algeciras, Barcelona o Valencia, todos ellos muy implicados en la gestión del tráfico marítimo de mercancías con China. La vía terrestre encara algunas dificultades operativas que se podrían compensar con el refuerzo de la opción ma



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